viernes, 4 de marzo de 2011

Residente

   Según es conocido, el termino residente hace referencia a persona que habita o se establece en algún lugar. También podemos encontrar DJ residentes, Surferos locales (o residentes), médicos,..etc, en cuestiones gastronómicas me voy a permitir la licencia, con permiso de los hermanos De Frutos, de considerarme residente de AQA. Primero, porque está en mi ciudad, a 10 min de paseo desde mi casa, y segundo porque es donde siempre acierto en cualquier ocasión. Para tapear, café, copa o las tres cosas independientemente del orden, la terraza es magnífica, con vistas al peñón y el puerto, música acorde con el momento y personal cualificado para satisfacer cualquier exigencia. Las tapas respiran aire fresco y se salen  de lo común buscando la perfecta armonía entre innovación y tradición (no a todos les gusta la cocina de autor). En mi Línea somos "mú" de fritura de pescaito y de pan, pan con lomo (montaitos), pan con mayonesa y mil y una cosa más (canapés), pan con pan....ejem, la verdad, lo hacemos muy bien, pero en AQA dan ese toque de poniente que llena de nuevas sensaciones al paladar.
   El restaurante se encuentra en la planta superior del local, se accede por una escalera situada detrás de la barra del bar. Al subir se respira más intimidad que en la terraza, tiene amplias cristaleras que te ofrecen la misma visón que abajo pero con otra perspectiva, la que te da estar a varios metros sobre el suelo. Las sobremesas largas contemplando el atardecer amenizado por la ginebra con tónica que corresponda es lo que más me gusta. Si quieres algo de la carta, tienes toda la baraja completa, pescados, revueltos, carnes, ensaladas...etc, siempre con el punto que se imprime en la cocina de AQA. Lo último, la sala para reservados que te permite organizar algún evento acompañado de tu gente y libre del resto del local. Para casos así existen varios y variados menús que resultan cómodos y sorprendentes. Más de una vez hemos comenzado el almuerzo y hemos terminado con la cena.

  Por todo esto soy residente, porque estoy en mi "casa", y cuando se está se ES.

jueves, 3 de marzo de 2011

Decepción y Sorpresa

Sable bretón de pera y helado de lavanda
Tanto como había dado con 41º de Ferran Adrià pues mi gozo en un pozo, cuando llega la hora que teníamos pensado ir, vemos en la web que ahora va con reservas!!! cómo? si había leído y escuchado por activa y por pasiva que no se aceptaban reservas!!! Bueno pues a improvisar, a ver qué buscamos porque en la web daba todo cogido y sólo mostraba una plaza para las 18:00. Buscamos y buscamos por el universo michelín del cielo de Barcelona y todo ocupado, Alquimia, Moo, ComerÇ24,... nada todo reservado,..., uf que decepción, el Ferran me la ha jugado antes de empezar el partido,... y entonces cuando me veía encargando japo a domicilio, tachán, mi cuñao, que es un monstruo, me dice "Vamos a El Principal, del grupo Tragaluz, es un buen restaurante, de los de toda la vida". Dicho y hecho, reservamos para las 20:30 y nos dieron todas las facilidades para ir con las niñas. Antes de todas formas nos pasamos por 41º grados para ver si por casualidad saltaba la liebre, pero ohhh..., no es propiamente un lugar de tapas, es una coctelería.
Tartar de salmón salvaje y aguacate
Eso tiene dos consecuencias, una que sirven cócteles y snacks (no es para cenar o para salir cenados) y que no se puede ir con menores. Así que nos dirigimos a El Principal, el lugar es una casa de la antigua burguesía Barcelonesa, la arquitectura es señorial con techos altos y zonas amplias. El servicio amable y atento, cuidando los detalles, esmerado pero sin dejarse notar, ambiente tranquilo a media luz y reconfortable y lo mejor: La comida exquisita y sin grandes alardes vanguardistas pero con una calidad en las materias impresionante y que raya lo sublime. Hoy he podido comer el mejor solomillo de ternera de mi vida. Y de primero un tartar de salmón salvaje con aguacate espléndido, de textura suave pero que dejaba un sabor largo e intenso en boca. Y el postre...delicioso, no sabría decir si el sable bretón de pera iba acompañado de helado de lavanda o era al revés!!!, el sable bretón es una especie de mini bizcocho y lo difícil era acompañar con el helado de lavanda y que no supiera a detergente. En fin una inolvidable experiencia para el paladar de platos sencillos y de una calidad sobresaliente. Barcelona no me deja de sorprender!!!   
Solomillo con salsa de mostaza