martes, 22 de marzo de 2011

Terraza de sabores

  Desde que comenzamos este blog son muchos los amigos y conocidos que nos preguntan o informan sobre lugares y recetas. Este es el caso que nos ocupa, un compañero nos comento un lugar en Guadiaro (Barriada de San Roque) que según él, podría ser de nuestro agrado. Así que nos pusimos en marcha. Si accedemos a Guadiaro por la carretera principal, desde San Roque, nada más entrar a mano izquierda, nos encontramos con La Terraza de Teo


  Aparece casi sin esperarlo, el exterior no es especialmente llamativo y podría pasar desapercibido como cualquier otro bar o cafetería de la zona con la salvedad de un rótulo justo en la entrada que dice "Restaurante - Gastrobar". Es un negocio familiar capitaneado por Francisco Teodoro. Previamente habíamos llamado para realizar la reserva, con lo que nos estaban esperando y enseguida nos acompañaron hasta nuestra mesa. Como su propio nombre indica, el restaurante tiene una amplia terraza habilitada para invierno y verano y una zona interior más pequeña donde se ubica una barra y varias mesas altas con taburetes para tapear. Básicamente la zona interior y parte de la terraza es la zona del Gastrobar y la otra parte de la terraza es la zona del restaurante. Nuestra mesa estaba situada en una esquina del restaurante junto a unos ventanales que dan amplia visión de la calle. El ambiente es muy tranquilo e íntimo con una temperatura primaveral muy agradable. Aunque con mobiliario de terraza, las mesas y sillas están elegantemente vestidas en tonos pastel y son muy confortables. 

  Comenzamos a ojear la carta, se aprecia elaboración en los platos y se nota que trabajan con productos de mercado. Como no nos decidíamos, optamos por el menú degustación "Largo y Estrecho", consta de cuatro entrantes, un pescado, una carne y postre, además el maridaje se confecciona con vinos de la casa muy bien elegidos, un blanco de La Mancha "Condesa de Leganza, Viura" y un tinto Rioja "Viña Pomal crianza 2007". Acertamos con la elección porque pudimos comprobar, de la mejor forma posible, la variedad y calidad de su cocina. Dejamos la selección de los platos en sus manos, nos gusta dejarnos aconsejar. 

  Para comenzar dispusieron, fuera del menú, una variedad de panes y panecillos para untar con mantequilla, aceite de oliva virgen y pastel de cabracho. Primer entrante, Anchoas de Santoña sobre láminas de aguacate, nos pareció muy bueno, la calidad de la anchoa era excelente y junto a la textura suave del aguacate conformaban una combinación perfecta. Seguimos con Patatita nueva rellena de vieira con salsa holandesa, nos encantó lo equilibrado de la mezcla, siendo muy fino al paladar. Tercer entrante, Pulpo templado con salsa de erizos de mar, también muy bueno, junto con el anterior fueron los entrantes estrella. Para finalizar con las entrandas, Ensalada de jamón y foie al vinagre de Jerez. Los platos anteriores a la ensalada tenían un denominador en común, la delicadeza tanto de sabor como de textura, la ensalada rompía con todo eso, con más carácter, la mezcolanza del jamón, el foie y el vinagre preparaba la degustación para los platos principales. La secuencia de la comida fue la idónea. 


Anchoas de Santoña sobre láminas de aguacate

Patatita nueva rellena de vieira con salsa holandesa
Pulpo templado con salsa de erizos

Ensalada de jamón y foie al vinagre de Jerez
  Como primer plato principal, un excepcional Pargo a la parrilla, estaba fuera de carta y es precisamente a lo que nos referimos como ejemplo de producto de mercado. Fresco, en su punto, con el dorado justo para que la primera impresión crujiente de paso a la delicada estructura del pescado recién cogido. 




Pargo a la parrilla


  De segundo plato principal, Solomillo de buey a la parrilla, quizás el plato más flojo del menú, estaba bueno, pero no a la altura del resto, algo menos hecho hubiera estado mejor, es cuestión de gustos. 




Solomillo de buey


  Como postres, Tarta de chocolate con grosella y Crema de papaya con yogur griego y pistachos. La tarta era como una especie de coulant, acompañado de helado de vainilla, un postre que siempre cae bien y una combinación de las que podríamos llamar de apuesta segura. La crema de papaya, en cambio, era más innovadora, de sabor y composición homogénea, con ligero toque de canela, que al chocar con el yogur y los pistachos transmite un conjunto muy gratificante. Justo final para un formidable y bonito almuerzo.


Tarta de chocolate con grosella

Crema de Papaya con yogur griego y pistachos


   La Terraza de Teo, resulta una buena experiencia, los fogones de la cocina bañan la Terraza de sabores en un clima y ambiente perfecto. Volveremos, pero la próxima vez lo haremos en barra, para poder comprobar las excelencias del gastrobar. Gracias a Rubén por su recomendación, fue una linda celebración del día del padre.